jueves, 11 de septiembre de 2008

APOCALYPSE NOW

La verdad, en el estado actual de las cosas, que el día de la fiesta nacional catalana La Vanguardia dedique su Contra a las profecías me parece poco menos que sarcástico. ¿No había nadie de Québec o de Kosovo a quien entrevistar, señores? Perdón, es que cuando se abre la caja de la ironía cuesta parar…
Personalmente, esto de los malos augurios me parece un cachondeo. Tanto si se parte de la observación de una bola de cristal, de las tripas de un lagarto, de la lectura de algún texto sagrado o de complejos cálculos matemáticos, aventurar profecías apocalípticas me parece una pérdida de tiempo. Más que nada porque -que yo sepa- no se ha cumplido ninguna (o sí y ahora mismo estoy escribiendo esto desde el más allá, lo que significa que alguien ha cometido un error porque he ido a parar al Cielo); y no sólo es absurdo, también peligroso: que se lo cuenten a los antiguos místicos que, tras fallar en sus vaticinios, acabaron siendo flagelados y encarcelados. También hubo suicidios colectivos cuando lo del cambio de siglo, si no recuerdo mal.
¿Por qué, entonces, tienen tanto éxito las profecías? Porque tememos a la muerte y nos gusta vivir con miedo. Basta con leer el periódico o escuchar el "noticiario" de Chucky Piqueras -cuenta mi querido Monegal-. Quizás no sabemos disfrutar del presente sin sentir el aliento de la muerte en la nuca. Además, con esta política siempre salimos ganando: si pese a la certidumbre del Fin tampoco alcanzamos la felicidad podemos sentirnos culpables de ello, otro deporte nacional. Yo creo que, en realidad, lo que no sabemos es aburrirnos.
Una cosa está clara: a la hora de revolcarse en la propia mierda, los catalanes somos los reyes. Publica el diario Avui las espeluznantes predicciones de una insigne profeta (I don't believe in god, I only believe in Pilar Rahola) acerca de nuestra lengua, y al tiempo inicia una serie de artículos sobre el uso social del catalán. Resultado: de los 49 bares visitados, en 37 nos saludan con un "Buenos días" y en 12 con "Bon dia". Estoy ansioso por leer el de mañana… A mí también me puede el morbo.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

SUEÑOS

Me contaba esta mañana una amiga que por la noche soñó que coleccionaba tacitas de café y que recorría desesperada ciudades extrañas en busca de la tacita que le faltaba para completar la colección, la tacita definitiva, el Santo Grial de las tacitas. Se me ocurre que lo suyo no ha sido un sueño, sino dos: un sueño como anhelo dentro otro sueño en tanto que estado modificado de la conciencia. Aunque quizás han sido tres sueños, si al explicármelo se ha sentido invadida por algún tipo de deseo; o incluso cuatro, contando las fantasías que ha suscitado en mí. Vivimos en un mar de sueños, en el que flotamos, nadamos y a veces nos ahogamos.

Todo esto me ha dado que pensar, al filo del misticismo que rezuman hoy las Contras de dos de los principales periódicos catalanes (un monje budista y una líder espiritual norteamericana). ¿Y si mientras dormimos llevamos otra existencia oculta, inescrutable, pero igualmente consciente, de la que a veces nos traemos -o nos enviamos- pedazos? Quizás esta noche, del otro lado del espejo, me pregunte si estar despierto no es algo más que evolucionar en sociedad, actividad que, a lo mejor, a mi otra existencia le parece absurda, aburrida o insustancial. Del mismo modo que del lado que conocemos necesitamos el otro para descansar y reorganizar la información absorbida, puede que, desde el lado recóndito, necesitemos librarnos al estúpido cúmulo de convulsiones físicas y mentales propios de la vigilia para luego, exhaustos, poder disfrutar con plenitud de nuestro espacio vital secreto.

Un buen amigo me contó un día el argumento de un proyecto de guión que había imaginado, una especie de Jeckyll & Hide revisitado: de día, el protagonista era una persona normal; de noche, al abandonarse al sueño, revivía como un cruel asesino que sembraba el terror en la ciudad. No recuerdo bien los detalles, pero por lo visto, al amanecer, en el tránsito del mal al bien, el lado bueno cobraba conciencia todavía dentro de su existencia tenebrosa, y trataba de dejarse mensajes a sí mismo, del otro lado de la realidad, instándose a quitarse la vida y poner fin así a la abominación nocturna.

Soy consciente de que si en el siglo XXI los científicos no tienen constancia de ello, todo esto no son más que meras disquisiciones de una mente imaginativa. Un pasatiempo, vamos. No obstante, si nos observamos con detalle quizás descubramos en nuestras personalidades -las diurnas, digo- una multitud de realidades inconexas que se llaman a gritos y que no se escuchan, que aporrean en vano sus respectivas puertas sin respuesta, que se susurran secretos unas a otras y se hacen guiños, pero que rara vez logran sentarse a la mesa y compartir un café con las tacitas que, unas y otras, han ido recabando sueño tras sueño.

martes, 9 de septiembre de 2008

THIS I BELIEVE

Avui no sé pas si me'n sortiré, el tema que vull tractar em supera de totes totes; ara, l'escriuré en català, no voldria pas morir sense les botes posades.
Vet aquí que uns sociòlegs han diagnosticat que els catalans ens sentim perplexos davant la nostra realitat nacional -al menys ja sabem què ens passa! Personalment, crec que les raons argüides pels comentaristes polítics (finançament, fi de la supremacia econòmica, globalització, immigració, tripartit, etc.) no són suficients per explicar el desconcert actual; o potser si, però no sense tenir en compte una dada preliminar i essencial: Jordi Pujol. Pujol va oferir un lideratge potent i aglutinador en un moment crític -i durant molts anys (massa?)-, i els catalans ens hi vam fer. El vam deixar pensar per nosaltres i no sabem qui som sense ell, per bé que seguim sent culés, tenint compte a La Caixa i peregrinant a Montserrat quan ens visita algun amic forani. Les derives del lideratge.
Tot i així, gràcies President, no és pas culpa vostra si no hem sabut fer-nos grans. Això és una democràcia i tothom podia parlar. Perquè d'això es tracta, ara: de créixer.
Però, què vol dir créixer? Des del meu punt de vista, créixer vol dir saber qui som; sabent qui som, sabrem què volem; sabent què volem podrem dotar-nos de polítiques adients; dotant-nos de polítiques adients construirem un país.
Personalment, subscric la tesi que el model autonòmic està esgotat i que només des de la sobirania podrem avançar com a societat diferenciada. Aquest estiu he llegit el llibre 2014 d'en Carod i em va arribar a l'ànima, però ara veig que només eren paraules al vent (i calerons a la butxaca, que la travessia pel desert ha estar llarga tots aquests anys). Si no, per què un Reagrupament Independentista al si d'ERC, quan el què proposen ja ho va escriure en Josep-Lluís? Val la pena que llegiu l'article de l'Avui d'ahir sobre la fusió dels crítics d'Esquerra (i també la sèrie que publica el mateix diari sobre el futur de TV3). Molt bé, "Ara és l'hora catalans!", diuen Carretero i Bertran; si, si, tirem d'èpica, senyors, però a qui va dirigit aquest missatge? Qui som els catalans?, repeteixo. Fins que no responguem aquesta pregunta no hi haurà res a fer. I fa molta por fer-la. Perquè, probablement, si no hem reaccionat davant el menyspreu espanyol d'aquests darrers temps (i de sempre), ja no ho farem mai. Em tremola el pols perquè em sento temptat d'escriure que potser Catalunya ja no existeix. És hora de preguntar-nos, sense embuts, qui som; i si som quelcom, de fer-ho valer; i si no som res, de morir amb dignitat. Estic fart de debatre'm en l'esterilitat per una almoina.

lunes, 8 de septiembre de 2008

AL PAN, PAN, Y AL VINO, VINO

¿Cuándo fue la última vez que comisteis buen pan? De pequeño, mis padres compraban el pan los fines de semana en Montagut, un pueblecito de la Garrotxa cerca del cual tenían una casita, o bien en Ponts (La Noguera), de camino a Andorra. Yo, la verdad, no prestaba gran importancia al hecho, sumido en infantiles pensamientos -a los doce años se acabaron las excursiones en familia-, pero sí recuerdo que mis progenitores trataban cada pieza con religiosa veneración: el olor a cocción de leña, la corteza gruesa y crujiente, la miga espesa y sabrosa; además, y eso sí que parece magia (potagia) hoy en día, aquel pan del domingo duraba toda la semana.
Decía el sábado que el desarrollo nos está forzando a importantes renuncias, y el pan no escapa al axioma. ¡El pan! El pan nuestro de cada día.
Con los procesos industriales de fermentación rápida y congelación -explica el protagonista de la Contra-, el pan ha perdido todas las propiedades que lo caracterizan, principalmente la de ser bueno, como bien refleja el refranero español: "Más bueno que el pan", "Dame pan y llámame tonto", "Como el pan", etc. Las paradojas de la modernidad: para que unos se ganen el pan los demás tenemos que mascar chicle (y comer mierda, iba a decir, pero no lo digo porque me prometí que evitaría la vulgaridad en estos escritos).
Pues bien, para los nostálgicos, Forn Turris (C/Aribau 158, entre Còrsega y Rosselló). Estoy seguro que este buen señor no ha montado un negocio por un pedazo de pan -¡y menos en Barcelona!- así que preparad la cartera, pero tampoco me cabe duda de que no hace el pan con hostias.



Bon profit!

sábado, 6 de septiembre de 2008

INVOLUCIÓN

¿Sabíais que de cada cien criminales sólo dos acaban en la cárcel? Así lo afirma el experto en criminalidad entrevistado en la Contra de hoy. No sé a vosotros, pero a mí, que me gusta probarlo todo, me han entrado unas ganas locas de delinquir. Me imagino oculto en un oscuro portal próximo a un cajero automático, ciego de adrenalina, esperando abordar a mi primera víctima, repitiéndome una y otra vez: "Tranquil, Quim, que només pringa un dos per cent". Aunque no sé yo si podré hacerme un hueco en el mundo del hampa: cuenta este escocés que se encarcela a dos millones y medio de personas al día en Estados Unidos, lo que nos da unos 125 millones de delitos diarios. Desde luego, si vuelvo a ese país no pienso poner los pies en ningún cajero, por si las moscas. Las cifras son frías pero nos abren los ojos. Sin ir más lejos, leía ayer que este año ha habido prácticamente el mismo número de bodas que de divorcios. Si me casara mañana estaría preocupado; aunque probablemente no me habría dado tiempo a leer el periódico, ahogado por los preparativos. Debe de ser por eso que dicen que el amor es ciego...
Pero no perdamos el hilo. Concluye nuestro experto que el castigo no evita el crimen, porque éste es consustancial al mundo moderno. En las sociedades occidentales la tasa de criminalidad viene experimentando un notable aumento desde los años 1950, por distintas razones, "pero la más simple y directa es que la prosperidad creó más bienes para robar." Lógico. Me juego lo que queráis a que la tasa de divorcio ha mostrado un comportamiento similar en el tiempo (ahora tenemos más vidas que desear). Pagamos un alto precio por tanto desarrollo.

viernes, 5 de septiembre de 2008

MALDITOS ROEDORES

Nuestro protagonista de hoy es gafe, o de eso se le acusa. En inglés, jinx, por si alguien no lo sabe. Lo apunto porque no lo supe hasta la adolescencia, cuando ya no daban Pixie & Dixie por la tele, y, la verdad, me sentí muy frustrado: ¡claro, el gato gafe!
Pero no nos desviemos. Este veterano productor de cine, patrón de Bud Spencer en algunos de sus spaghetti westerns (toma curriculum), es un descreído. Qué remedio, teniendo que cargar con el sambenito de "el Innombrable". O quizás es que de joven aprendió a pensar -vade retro, Satanás- y llegó a la conclusión de que esto de la existencia es una cruel absurdidad, únicamente soportable haciendo cosas entretenidas (porque no se puede estar enamorado toda la vida, ¿verdad? ¿O sí?). En eso estamos. Yo mismo, si me dedico a escribir a diario tantas memeces es porque me divierte (o quizás porque siento el aliento de la soledad y la muerte en el cogote, vete a saber). La gente lo llama "ser creativo", que es un término muy en boga con el que se llenan la boca no pocos enfermos terminales, pero a mí me gusta más pensar que hago cosas que me divierten, sin más. Los conceptos bíblicos me ponen los pelos de punta. ¿A que sí, Josep Anton?
Estoy de acuerdo contigo, las semillas de la soledad y la muerte están ahí, en todos nosotros, nos atrevamos o no a mirarlas; pero haciendo cosas interesantes la vida se hace más llevadera.

R.I.P.

jueves, 4 de septiembre de 2008

LA BOTELLA, MEDIO LLENA

A falta de inspiración, hoy he tenido que recurrir a El Periódico, en cuya Contra entrevistan al Secretario de Estado de Economía, David Vegara, al que tuve de profesor durante un trimestre en la facultad. Lo recuerdo por el notable que me puso en el examen, y también por el revuelo que causaba entre las chicas este apuesto economista de visibles dotes. La verdad es que lo veo desmejorado en la foto, aunque quizás sea que no es fotogénico, como un servidor. Sin embargo, a diferencia de su pelo, su optimismo goza de un frondoso esplendor: no lo dice porque es tabú, pero argumentalmente sólo le ha faltado concluir con un "¡España va bien!". Ya decía yo que las cosas no podían torcerse tan deprisa. Somos unos exagerados. Si a la inflación le quitas el petróleo y los alimentos -explica-, tan sólo es del 2,8%. Pues nada: quietecitos y a dieta. ¡Esa publicidad engañosa, David! Si a Hitler le quitas el Holocausto quizás Aznar habría pasado a la historia como el Führer español -por el bigotito, digo-, y no como la mascota de Bush.
Hablando de Jose Mari, ha desmentido su supuesta infidelidad en un comunicado de la FAES. Ya decía yo… No tendrá hombres a mano la tal Rachida como para copular con esta nacional insignificancia. Por cierto, que la susodicha ha admitido públicamente que le va la marcha, lo que presupone que si se hubiera retocado la nariz tampoco dudaría en manifestarlo sin subterfugios. Tan cerca, tan lejos. Letizia, yo de ti me habría puesto tetas. Ya encontraríamos alguna excusa.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

YOKNAPATAWPHA

Hoy tengo resaca y seré breve: ¡un rayo de esperanza! No he leído a Peixoto, pero pondré pronto remedio a ello. ¿Cabe más puro y sincero deseo que ser un día un viejo tranquilo en tu pueblo natal?

Por cierto, se rumorea que Aznar le ha hecho un bombo a la ministra francesa de Justicia. La piel, un poco oscura; pero tiene un polvete, ¡picarón!

martes, 2 de septiembre de 2008

BENTA DE IELO

Hoy la cosa va de ciencia dura y a mí estas cosas se me escapan. No es que tenga nada en contra de la ciencia -mi felicidad parece depender de sus frutos-, pero como actividad me aburre: pruebas, pruebas y más pruebas para ver si las conclusiones satisfacen o no la hipótesis. Un rollo. A mí lo que me pone es la estupidez humana, a prueba de microbios.
Pero bueno, el deber es el deber. El médico expatriado protagonista de nuestra Contra cuenta que ha descubierto la proteína (P53) encargada de obligar a las células a morirse, aunque a la vez activa otros genes para proteger a la célula de la muerte. Así, que una célula viva o muera se decide por una serie de estímulos contrapuestos. Como bien apunta el científico: "La vida es un sutil equilibrio". Lo ha bordado, pero esto no es ciencia, digo yo; a mí me parece muy filosófico.
Como la Contra del día no me inspiraba, pasé a Quim Monzó, que dispara sin hacer demasiadas pruebas. Cuenta que proliferan en nuestras calles los anuncios con faltas flagrantes ("benta de ielo"). Está claro: yaman l'atensión (me moría esta mañana con su ejemplo de un cartel que rezaba: "Niñas de 9 a 14 años. Pantalones de putilla", por "puntilla", como precisó la encargada del comercio trangresor). Todo por la pasta. Así -como la vida misma-, la lengua, esa herramienta que permite que a uno le entiendan cuando llama "imbécil" a otro, se encuentra también en el sutil equilibrio de enfermar o medrar al son de los genes.
ESTÚPIDAS MARIONETAS

Me encanta tener razón, dicen por ahí. "Razón", "verdad" son términos resbaladizos, pero si corrobora tus tesis (¿o es al revés?) un doctor en Historia de las ideas, a uno se le suben los humos. Primero: somos unas marionetas en manos de una elite que no tiene otra preocupación que seguir siéndolo. Lo venimos siendo desde siempre, desde la Antigua Grecia, donde ya se inventó la máquina de vapor, que sólo se utilizaba con fines lúdicos (¿para qué construir maquinaria teniendo esclavos?), hasta la actualidad, donde todo podría funcionar sin petróleo, pero hay quien opina que todavía puede sacar tajada. Segundo: esto de leer, ver, escuchar, viajar, formarse no es gratuito, no es esnobismo ni chulería, ni nada tiene -o no debería tenerlo- de clasista; simples excusas para no usar el cerebro. Sólo se puede tener criterio si se conocen cosas y se sabe quién es uno. En palabras del Sr. Watson: "Sólo las personas cultas tienen auténtica vida privada". ¡Gracias! ¿Cómo disfrutar de un restaurante, un concierto, un libro o una conversación sin criterio? De verdad, a veces estoy leyendo en una terraza y a mi alrededor sólo oigo hablar del Barça y -lo admito- me asaltan las dudas. Uno se pasa la vida forjándose opiniones, y a la primera de cambio todo se desmorona porque no sé si Ronaldinho es el mejor o si es Messi. La verdad, me da igual. Me da igual porque todo esto me obliga a opinar sin base, a hacer fútiles cábalas, cuando lo que a mí me gusta es poder procesar información (aplicar y pulir mi criterio). ¿Hay una diferencia entre datos e información? ¿Alguien me puede ayudar?
Dice también Mr. Watson que la tele no nos ayuda, que se ha convertido en un show continuo que nos vuelve frívolos, superficiales, conformados, dominables con unas cuantas gracias al día; un huero espectáculo que no exige ningún esfuerzo intelectual y que comienza a olvidarse tan pronto se ha experimentado, como el resultado de un partido de fútbol. Fútbol y poder: gol. ¿A alguien le extraña que los magnates de las fuentes de energía perecederas estén invirtiendo en clubs de fútbol? Les sobra criterio para manejar a sus marionetas.
AFECTO

Comentaba el viernes una buena samaritana que algo más de 800 sin techo deambulan por Barcelona, aunque "probablemente sean más". ¿Alguien se ha imaginado alguna vez lo que debe de ser no tener casa? Pues bien, en realidad resulta que lo de la casa es un pormenor para estas personas, cuya principal carencia es -qué si no- afectiva. Explica la entrevistada, creadora de un centro de acogida para este colectivo, que no hay nada más reconfortante para los indigentes que una simple muestra de interés: "¿Cómo estás?" Me saludan luego existo. Da miedo. Yo, que soy de los con techo (y, además, tengo otro falso, de pladur, con sus puntos de luz y todo), recuerdo haber despilfarrado consuelo a raudales, lanzando la pregunta a un sinfín cobijadas almas sin el menor interés, como una mera coletilla. Así vamos: sobran techos y clichés, pero vamos todos cortos de afecto.
De afectos iba también la Contra del sábado, en la que se entrevistaba a la responsable epistolar del mítico consultorio de Elena Francis, del que -primera noticia- había varias versiones: la radiofónica, conocida por todo español mayor de… años, y otra por carta, que trataba los casos cuyo "contenido era inconveniente: dibujaban el estado miserable de un país ignaro y cutre, su oscuridad, su sordidez. Casos extremos, situaciones dramáticas"; esto es: "conflictos sentimentales, enamoramientos con sentimiento de culpa, dudas sobre el sexo, chicas reprimidas en internados de monjas, remordimientos sobre la masturbación, infidelidades... y maltratos, palizas, embarazos indeseados de jovencitas, violaciones... De fondo, siempre impotencia, incomprensión, mucha incomunicación y soledad. Hasta las violadas por su padre o un hermano mayor se sentían culpables, ¡por ya no ser vírgenes!". Vamos, que también sobra Dios, se me ocurre; "pero al menos tenían techo", pensará alguno que tope con esa Contra este invierno, al despojarse de los periódicos que habrán evitado que muera congelado a la intemperie.